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Tema: SESIÓN 4

Hablemos del dolor

Rosario Saibury | 14.10.2011

El dolor muchas es causado por el mal uso de nuestra libertad,sean dolores físicos o internos.
El bienestar puede llegar si sacamos las cosas buenas que tenemos. Hay dolores que se pueden evitar, otros no y dependiendo como los asumamos nos ayudarán a crecer, madurar,fortalecer; desde luego que nos será más llevadero si lo asumimos con fe,con serenidad y cariño.

Hablemos del dolor

Olga Borniego | 10.10.2011

Cuántos tipos de dolor podemos sentir, soportar, mitigar o simplemente transformar en algo bueno, gratificante para nuestro cuerpo y alma? todo dependerá de nosotros mismos, de nuestras actitudes frente a las decisiones que vamos tomando en ese camino que recorremos: nada menos que nuestra propia vida....
También tomamos decisiones por los dolores de otros como la familia, los amigos, nuestros superiores, los colegas, alumnos y todo el entorno que nos rodea y nos sentimos a veces tristes, impotentes, culpables por querer disminuir ese dolor ajeno y no lo conseguimos.

Hablemos del dolor

Ana Iris Rodríguez | 08.10.2011

Creo que el dolor es parte de nuestra existencia, parte de nuestras crisis; que en muchas ocasiones nos permiten salir de donde estamos estancados.
Este dolor inevitable, al que todos los seres humanos estamos destinados a sentir; debe convertirse en el detonante de procesos de de crecimiento, dentro de nuestro ciclo vital.

Instructivo

Jose Antonio Lopez | 06.10.2011

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Re: Instructivo

Martha Beatriz Arnez | 06.10.2011

"Hablemos del dolor"
Puedo dar el siguiente resumen de ésta lectura:
La libertad personal es el móvil que nos acerca al bienestar o al dolor.
El dolor no se puede medir, ni imaginar,ni comparar.Sólo se puede aceptar y acompañar.

Mi opinión

María del Carmen Rocha | 07.10.2011

El dolor nos recuerda que no solo tenemos derecho a la felicidad, sino de nuestra fragilidad humana. Somo libres para realizar nuestra vida, pero a veces voluntaria o involuntariamente nos infringimos dolores que son evitables y que tienen funestas consecuencias. Pero la vida nos depara tambien aquellos dolores inevitables que nos hacen crecer, madurar y nos fortalecen siempre y cuando no nos olvidemos que es Ël quien nos sostiene desde dentro y no permite que nos hundamos en la desesperación.

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