Esta carta refleja mucha realidad y la situación personal depende de mis oopciones y actitudes ante la vida, las cosas no cambian solas, es necesario actuar.
A todos nos toca vivir situaciones difíciles y en los momentos de flaqueza y sólo el Espíritu de Cristo nos fortalece, nos vitaliza y nos ayuda a seguir adelante. mientras hay vida hay esperanza.
Carta para deprimidos
Rosario Saibury | 13.10.2011